Sacando canas: No es una cuestión de blanco y negro
Por Sharon Haywood, Co-Editora de Adios Barbie y Fundadora/Directora de AnyBody Argentina
Traducido por Karina Formoso, activista de AnyBody Argentina
Por cortesía de la genética, mi pelo comenzó a volverse canoso en los últimos años de mi adolescencia. A esa altura ya había sido iniciada en el mundo de teñirme el pelo. A los 14 años experimenté con “Sun-In” un producto que dejó mi flequillo naranja cobrizo. Luego, usé blanqueador facial para blanquear una franja gruesa de mi pelo, que llegaba hasta mis hombros, a un lado de mi cara. Poco después llegó L'Oréal en varios tonos de rojo, burdeos, y violeta, y luego un largo periodo donde usaba sólo tintes vegetales de color negro. Cuando era adolescente teñía mi pelo para divertirme. Para ser “cool”. Para experimentar diferentes “looks”. Para descubrir mí estilo propio. Hoy en día, me tiño por una razón y sólo por una razón: para cubrir las canas.